La corrupción en este sexenio sigue vigente. Debes echar un vistazo a la obra Mexicanos Contra la Corrupción, que muestra cómo Segalmex, antes Diconsa, una organización que se creó para lograr el autoabastecimiento alimentario apoyando a los productores agrícolas del país, pagó millones de pesos a empresas fantasmas que se crearon específicamente. para recaudar dinero público. Según la investigación de MCC, este fraude podría ser considerado el caso de corrupción más grande del sexenio, equivalente a Fraude Maestro, al adjudicar a la empresa fantasma Servicios Integrales Carregin un contrato para comprar miles de toneladas de azúcar, que nunca entregaron, pero recaudó millones de pesos. Mira aquí.
Lo mismo sucedió con la compra de medicamentos a través de Birmex, la empresa estatal mexicana Laboratorio de Biología y Reactivos, que pagó 500 millones a empresas lituanas por medicamentos controlados que no fueron entregados, y los que se recibieron no tenían certificado de origen. . … tampoco han sido aprobados para su distribución por la Cofepris, los cuales están venciendo en bodegas. En la investigación de N+ resulta que la representante legal de esta empresa era una simple señora de la limpieza que pagaba sus deudas con trabajo. Mira aquí.
Los directores de Segalmex y Birmex no fueron sancionados en ese momento, pero fueron ascendidos a nuevos cargos: uno a la dirección del ISSSTE, y el otro al Instituto Nacional de Federalismo y Desarrollo Municipal.
Cuando miras casos como los de Segalmex, Birmex, Conade, los hermanos Pío y Martín, el hogar primogénito de Houston Grey, te das cuenta de que la propuesta de que no se tolere más la corrupción en este sexenio se está desmoronando. .
Prevalecen las viejas mañas del PRI que, como magos, desviaban dinero público a través de empresas pantalla, como sucedió con el Maestro del Fraude, con la Operación Zafiro, sofisticados mecanismos para desviar dinero público que termina en sus bolsillos o en las actividades de los políticos. fiestas. Mientras la Fiscalía General no actúe, podemos suponer que el marrano sigue igual.
Raúl Frías