Si bien Hidalgo es uno de los estados más tranquilos del centro del país e incluso de todo el país, sufre un alto índice de criminalidad en una actividad que está muy bien identificada por las autoridades. Con la llegada del nuevo gobierno morenista se tomaron acuerdos para combatir el robo de combustible, el famoso huachicol, que tanto ha dañado la estructura social de ciudades y municipios en el tema -basta pensar en Tlahuelilpan-, además, es el causa de otra serie de delitos relacionados con la venta de combustible: tráfico de estupefacientes, extorsión, secuestro y homicidio.
Hidalgo fue el rey del huachicol durante casi una década por la facilidad e impunidad con que bandas organizadas o los mismos pobladores roban hidrocarburos de los oleoductos de Pemex y comercian como si el producto fuera suyo.
Durante una reunión entre el gobernador Julio Menchaca y la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Clara Luz Flores, se confirmó que el principal compromiso para este sexenio es erradicar de una vez por todas al monstruo de la huachicola en Hidalgo. . todos.
Además, se recordó que los principales temas de seguridad pendientes del gobierno federal eran la consolidación del sistema de justicia penal y el fortalecimiento del registro vehicular estatal. Sin embargo, cabe recordar que los delitos más difundidos a nivel local son la violencia intrafamiliar, las lesiones corporales dolosas y el hurto de vehículos, así como los robos en sus diversas formas en la calle, en empresas, en edificios residenciales.
El gobernador Menchaca dijo ayer que la corrupción ha incrementado estos delitos porque no se combate el robo de oleoductos, no se previene la violencia intrafamiliar y no se sanciona a los que roban, por lo que estos actos perjudican a la sociedad.
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