Ante la persistente inflación que prevalece en México, el gobierno y los empresarios firmaron un nuevo pacto de control de precios de la canasta básica para mitigar la pérdida de compra de los productos básicos que más afectan a la población de bajos ingresos.
La inflación que hay que contener es la inflación de productos importados como maíz, frijol, fertilizantes y petróleo, cuyos precios han aumentado significativamente en los países de donde los importamos, principalmente en Estados Unidos.
Las innovaciones del plan incluyen otorgar a los participantes una licencia única de importación, distribución y empaque, evitando permisos que encarecen los costos, incluida la eliminación de todo tipo de aranceles. En cualquier caso, las empresas participantes importarán productos a precios más altos que en períodos anteriores y serán más o menos compensados por aranceles y costos de permisos cero, lo que indica que el sector privado absorberá parte de la inflación importada en los productos acordados.
Por su parte, el gobierno federal, además de detener el cobro de la tarifa, seguirá contribuyendo a estabilizar los precios de la gasolina, el diésel y la electricidad para los sectores manufacturero y de consumo.
Este loable esfuerzo público-privado enfrenta dos problemas principales: primero, la tendencia natural de que estos subsidios sean apropiados por las distribuidoras, que de todos modos suben los precios, por lo que habrá que duplicar la fiscalización.
Pero en segundo lugar, y no menos importante, estará la inflación del sector que complementa la canasta básica, que en todo caso hará subir los precios. Por ejemplo, si los precios de las autopartes están sujetos a un crecimiento inflacionario debido a los precios de los factores, los salarios reales en estos sectores tendrán que aumentar porque la canasta básica estará controlada y las presiones de costos en este sector afectarán los salarios. un aumento en la demanda de productos básicos, generando inflación por la demanda.
Debemos estar atentos a esta cadena de precios relativos, que podría socavar los esfuerzos por contener simplemente la inflación de la canasta básica.
Patricia Armendáriz
@PatyArmendariz