En 2020, cuando el mundo se cerró, un equipo de científicos dirigido por un colombiano con sede en Londres observó las alas, las antenas, los colores y los patrones de cientos de mariposas y buscó datos en cajas de colección de los siglos XVII y XIX para confirmar qué es siempre en el aire vital: que Colombia sea uno de los países con mayor número de especies de mariposas, una potencia mundial para estos insectos.
Un equipo liderado por Blanca Huertas desde Bogotá se ha dedicado a compilar el inventario más detallado de las especies que vuelan por el país. Trabajo duro porque el 20% de las mariposas del mundo viven en esta zona. Huertas es el curador principal de la colección World Butterfly en el Museo de Historia Natural de Londres. Comenzó como voluntaria mientras estudiaba su Maestría en Biodiversidad en el Imperial College, ya partir de ese momento comenzó a recopilar información sobre las mariposas de su tierra.
Pero fue en 2016, cuando se firmó un acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las extintas FARC, que ocurrió el chasquido. “Sentí que era uno de mis mayores incentivos para hacer brillar a Colombia de la manera más pacífica”, dice a través de un enlace de video. Con sus baches y dificultades, el Acuerdo, dice, abre el acceso a lugares que antes eran impensables y mejora la infraestructura dedicada al turismo de aves y mariposas.
Ese mismo año, recogió una mariposa oscura con tinte blanco de San Vicente del Caguán, ex zona desmilitarizada de procesos de paz fallidos y epicentro del conflicto armado del país. Junto con seis biólogos, la llamaron la Mariposa del Mundo. Hace diez años, Huertas ya había descubierto en la Serranía de Yariguíes un ejemplar que no había sido recolectado antes en Colombia y que era inusualmente peludo, ¡como si le hubiera crecido un bigote!
Pero su necesidad de una lista detallada de las especies de Columbia la mantuvo despierta toda la noche. Sintió que al hacerlo, también estaba volviendo a sus raíces para confirmar lo que dijo en el Libro Guinness de los Récords: que «extraoficialmente, Colombia era el país con más mariposas en comparación con cualquier otro país del mundo».
Hasta que llegó la pandemia y este censo se puso en marcha con una subvención del gobierno británico. En 2021, publicaron la primera Lista de Mariposas de Colombia, con 3.740 especies de mariposas confirmadas en su territorio. El país sudamericano tiene casi tantas mariposas como todo el continente africano (4.000 especies) y seis veces más que toda Europa (donde hay 500).
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El libro ya ha sido publicado por el Museo Histórico de Londres y Procolombia. Mariposas Endémicas de Colombia, Una Guía para Identificar las Especies Únicas del País. Escrito por Huertas, Jean François Le Crome y Yenny Correa Carmona, se trata de un documento físico y descargable escrito en inglés y español en un lenguaje sencillo para todo tipo de público, aunque con una base científica.
“Estas especies se enumeran aquí porque no tenemos registro de su presencia en ningún otro país con el que Colombia tiene frontera”, explica el libro, “esta no es una lista completa ni definitiva”.
Muestras de más de 150 años
El libro se centra en la superfamilia Papilionoidea, que incluye a todas las mariposas diurnas y comienza con más de 400 nombres de especies y subespecies conocidas en el país. Pero después de muchos análisis, se enfocaron en 200 especies registradas exclusivamente para Colombia. Se tomaron más de 500 fotografías de especímenes de más de 150 años en prestigiosas colecciones científicas como el Museo de Historia Natural de Londres, la mayor parte de la colección Rothschild y la colección Adams y Bernard; la colección personal de Jean François Le Crome, uno de los autores del libro, y la colección de Arnold Schulze en el Museo de Historia Natural de Berlín.
Las mariposas, dice Huertas en voz muy baja, tienen un contexto romántico, “estamos hablando de mariposas en el estómago”, y, en el caso de Colombia, están presentes en nuestra cultura gracias a Gabriel García Márquez, quien las inmortalizó en los 100 Años de soledad. “Tenemos muchas áreas donde creció. Las más especiales son la Sierra Nevada de Santa Marta”, dice.
Catasticta lycurgus, su nombre científico, es una mariposa de tamaño pequeño a mediano con un color amarillo intenso en el lado dorsal de las alas y un borde negro con manchas triangulares. Y su color, según explicó Huertas, se debe a los ácidos úricos que contiene la orina humana. “Las hembras se encontraron casi cien años después del descubrimiento de esta especie, son un poco más grandes y menos intensamente amarillas. Esta especie solo ha sido registrada en la Sierra Nevada de Santa Marta. A menudo se le puede ver en pantanos y bosques de alta montaña, volando principalmente en horas de la mañana”, dice el libro.
El objetivo, según el viceministro de Turismo, Gilberto Salcedo, es promover el cuidado y observación de mariposas en el país. “Aman y protegen solo lo que conocen. Y ese es precisamente el objetivo de este tipo de contenido. Tener un enfoque del conocimiento basado en la ciencia, hecho por personas que realmente saben, pero al final lo suficientemente digerible para cualquiera que quiera acercarse”. Para él, es «una gran unión de ciencia y turismo» y, dado que existe la observación de aves, podría ayudar a desarrollar la observación de mariposas.
Amenazado por la deforestación
Sin embargo, la guía también activa una advertencia. Se preocupa por las mariposas endémicas en peligro de extinción y pide su protección. Algunos, dice, ya están catalogados desde 2007 en la Lista Roja Colombiana de Invertebrados. Mencionan especies científicamente conocidas como Morpho rhodopteron, Arhuacoica y Lymanopoda caeruleata que se encuentran en peligro o son vulnerables debido a la pérdida de su hábitat por la deforestación, el uso de herbicidas en la producción de cultivos, cultivos ilícitos y la expansión agrícola y ganadera. frontera., – dice la guía. Según la guía, los páramos son vitales para las especies endémicas de mariposas y al mismo tiempo se encuentran bajo la mayor amenaza de extinción.
Este documento es solo un punto de partida para futuras investigaciones, dice el científico, quien ya está recibiendo información de lugares remotos de Colombia, así como de países vecinos. “Esta es una guía de un país rico en mariposas, pero se enfoca en especies que no se han encontrado fuera de Colombia, sin embargo, las mariposas tienen alas y no necesitan visas u otros documentos para viajar de un país a otro”, dicen los autores. . libros.
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