Envidio a los habitantes de Tlatelolco, Peralvillo, Guerrero, La Lagunilla, Tepito y algunos otros que pueden contemplar a la Alcaldesa de Cuauhtémoc en todo su esplendor reguetonero, porque su figura descarada e inspiradora que representa monrealismo absurdo de tamaño, ocupa todo el costado de la torre El Chamisal. Una imagen idílica reconciliadora con la humanidad, nada superfluo imaginar el tamaño de las bolas y quinientos billetes que va a dejar caer desde esas alturas. Una señora tan popular, pero no populista, que tortura en casa, que sabe el arte de meterse en pequeños escándalos, se merece esto y más. Por eso me sorprende que, con su modestísimo ego, Sandy no cubriera con su fotografía las cuatro facetas de la Torre Latinoamericana.
Esto esta bien; no como Claudia Sheinbaum, que no tenía el aplomo ni el amor propio necesarios para competir con la personalidad fuerte, decidida y pomposa de mi Sandy, que, conociéndola, pronto sería acompañada gráficamente por Bimbo Bear. majestuoso o el gigante Álvarez y Guasa disfrazados de doctor Simi, o la señora Elena Chávez, la reina del dinero, preparando enfrijoladas.
Me recuerda al suave alcalde panista de mi amado Coyoacán, nunca te olvidaré, Giovani Gutiérrez, que llenaba cada pequeño espacio de demarcación con anuncios que lo hacen parecer una cruda mezcla de Gandhi y Churchill. Menos mal que gastó una fortuna en pancartas en lugar de tapar los embudos que llenan las calles con su codicia. maklochi Azul y blanco del cartel inmobiliario. Lo más genial son cientos de lienzos de él abrazando a personas mayores y dando amor a su perro, que es la mejor parte de su campaña. El alcalde tiene una página oficial de Facebook donde solo responde a los bots que lo felicitan y nunca pelea con los que le exigen que haga algo por la seguridad, cuyo único aporte es el llamado escudo policial, que es poco o nada.
Ya no se sabe quién hizo más por Coyoacán, Chikili Quadri que pierde el tiempo en horribles viajes para recoger su voxista-espíritu-yunkista en todo el mundo, o el Sr. Giovani, que pasa su tiempo encerrado en su oficina, posando para sus fotografías.
Pronto veremos esta imagen gigante de Sandra Cuevas, que apenas parece photoshopeada, como un faro en una tormenta, luz al final del túnel, hermana mayor, adorable hermana mayor derecha.
Jairo Calixto Albarrán
Jairo.calixto@milenio.com
@jairocalixto